El Mirador de la Cruz (¡qué cruz!)
Son incontables los ejemplos de patrimonio desaparecido en Castilla y en León por las más diversas causas: desidia, expolio, vandalismo...
Hoy quiero hablar aquí de uno de estos ejemplos, un ejemplo humilde, pero de gran valor sociológico: se trata del crucero del conocido como Mirador de la Cruz, en Trobajo del Camino. Ubicado otrora en pleno Camino de Santiago, en una elevación del terreno a la salida del pueblo en dirección a Astorga, de él solo perviven hoy en su ubicación original unas cuantas piedras de lo que en su día fue la basa de este monumento.
El entorno es magnífico, pues desde allí puede contemplarse una hermosísima vista de la ciudad de León, con la catedral dominando el fondo de la postal.
Nadie sabe cómo se arruinó este crucero, ni cuál fue el destino de las piedras que lo conformaban. La destrucción sucedió allá en la década de los 40 del siglo pasado, poco tiempo después de que alguien lo inmortalizara en una fotografía que aparece en una publicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y que apenas da idea aproximada de su gran belleza y de su privilegiada ubicación.
Lo cierto es que este Mirador de la Cruz, de una cruz que ya no existe, es un lugar de memoria, un monumento elíptico, un retazo de ausencia que merecería ser de algún modo recuperado o, como se dice ahora de forma pedante, puesto en valor. Desde luego, lo que ni los peregrinos ni los habitantes de Trobajo ni los visitantes merecen, es que ese espacio esté ahora lleno de basuras, latas de refresco vacías y restos de botellón; ni que el recinto esté perimetrado por una horrorosa tapia de bloques de hormigón de notable fealdad e impacto.
El Camino de Santiago es Patrimonio de la Humanidad, pero bien parece que algunos de sus enclaves aún no se han adherido a tal declaración y a la responsabilidad y compromiso que ello comporta.
Con todo, yo aliento a que quien esto lea se acerque a visitar este lugar mágico e imagine lo que en otro tiempo fue y representó. El mirador es ampliamente accesible, muy cerca del centro comercial E.Lecrerc, en la zona de las bodegas de Trobajo. Las vistas de la ciudad de León, pese a todo, son hermosas desde este punto, y aunque los restos del crucero adolecen de un avanzado deterioro, una simple visita permitirá comprender que su recuperación es posible y deseable.

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